martes, diciembre 30, 2008

Haciendo Balance



Termina el año. Las cosas cambian, y una nueva era de 365 días comienzan, se marchan viejos amores, viejos recuerdos, nubes que una vez cubrieron nuestro cielo ahora cogen camino y se marchan lejos, al pasado, ha una época donde ya no podremos llegar si no es con nuestra mente. Ahora empieza el año, es cierto que estoy sólo, pero acompañado, comienza otro tiempo en el que puedo disfrutar de los amigos, sentir la familia y dejar de salir a escondidas por la ventana del desconsuelo. Ahora en esta nueva época podré quedarme en mi camita arropado por la noche, porque ya puedo dormir, conciliar la vigilía de la calma, repetir una y otra vez al cielo abierto que soy feliz, que me siento bien....

Aunque aún queda, los recuerdos, las historias que guardo con celo en mi cabeza, todo lo que me hace ser tan triste, es lo que ahora me hace ser feliz, en la miseria de la tristeza, en la sombra del desamor me siento bien, es triste? creo que no, por que donde todos ven tristeza yo veo belleza, el amor es bonito en todas sus perspectivas, y me llenan de satisfacción, me colman de alegría. Por ello esta canción es preciosa, por ello me hace feliz escucharla, por que, como dice Ismael, un día el hombre entrará en el vagón y se levantará, caminará hacía ella y la respuesta será otra, de otro color, ella lo abrazará, ella lo besará, le dirá que lo ha echado tanto de menos y serán felices, eso es lo que a mi me hace feliz, una filosofía, una creencia, una esperanza de que algún día sentiré tanta tristeza como ahora, con la esperanza de que algo cambie, por eso este año he sido feliz, y el que entre lo seré aún más. Gracias a todos los que habeís entrado, los que habeís leído, los que habeís sentido, y feliz año nuevo a todos

sábado, diciembre 20, 2008

Más de Rory


Después de tantos años te miro y lo recuerdo, me enternezco, te escribo letras, versos que te debo, como una deuda vitalicia que me llena de orgullo, oteo tus arrugas al despertar, mirando al abismo al que nos arrojamos tiempo atrás y te recuerdo en aquel sueño, noche tras noche, hasta que tus manos, ya ajadas por el devenir cansado del tiempo, me acarician y me traen de nuevo al mundo de los vivos. Mientras dejan de sangrar mis cicatrices, tú al ver mis heridas suspiras aliento de metralla oxidado por los años, me besas y el mundo cambia, se hace más claro, más diáfano y más acogedor. Y miro al techo como miré aquella noche, y te acompaño en tu suspirar cantando nuestra canción ( Ay! Amor que vienes tal como te vas, es decir, sin despedirte, es decir sin avisar). Tú me miras otra vez, sonríes como una niña y mi corazón queda repleto, porque todo esto pasa en un segundo cada mañana, durante toda una vida, y cada día se me hace diferente en el horizonte de tus retinas, donde intento buscar un naufragio para perderme en la intensidad de tu vida, pero siempre me quedo a medio camino, entre el suspiro y la canción, porque tus labios me entrecortan la respiración, y el dolor ameno y alegre de verte envejecida a mi lado me hace volver al reino humano sintiéndome con un dios; demiurgo de Platón, pero dentro de tu mundo.

El alba empieza a llamar a la puerta, y después de una noche de bodas siempre hay que abrir la ventana para que entre el olor a sal que trae el cierzo vespertino, y volver a la cama, perderme en las sábanas olfateando tu cabello rojo, anudándome con tu cuerpo sinuosamente hasta que fustigo mi alma con cruel pasión y tú rejuveneces veinte años de repente, con el aroma de tu boca en mi nuca, el tiempo se detiene y olfateo de nuevo tu pelo rojizo como las llamas mismas del averno más profundo, arrancándome las entrañas con cada beso, mientras te susurro al oído versos de Ismael, de Sabina y Serrat, mientras cruje mi espalda con tu abrazo homicida y por un momento vuelvo a aquel sueño, vuelvo al principio.

miércoles, diciembre 17, 2008

Escuchar es mejor que pensar



Suele pasar que siempre pienso demasiado, doy vueltas y más vueltas, retuerzo cada idea hasta que termina muriendo, es mejor escuchar que pensar, buscando en el Hueco es hora de empezar a andar, andar con los oídos y como dije hace tiempo echar a volar por la ventana del mundo, se va acercando el momento en que deberemos todos hacer memoria de lo bueno y de malo, y gracias a Dios, esta vez tengo mucho de bueno, tengo mis sueños, mis esperanzas, que un hombre sin sueños no es nada, tan sólo un pedazo de papel que se quema, como los recuerdos que tanto llevo kemando, las cosas que yo pensaba que estaban mal y resultaron estar bien, y como no por aquella que yo pensaba que estaba bien y luego resultó que no, por ti, como diría el corsario del barco de los Atunes, que se pudra en el más hondo de los infiernos, por que ahora yo vivo en un paraíso, lleno de angelitos, lleno de rabos de nubes que cantaba mi Ismael, y 25 de diciembre fun, fun, fun: ver una familia que apareció casi de la nada, y estar en mi salón encontrando de nuevo aquella bicicleta violeta que tanto me hizo llorar pero que me sirvió para salvar a E.T. Tantos recuerdos, tantas tonterias que honran lo que soy y honran mi vida. Viva tú, Viva yo y vivamos todos...

Ahora vuelve a leerlo escuchando la guitarra y no pienses en nada, veras que efecto tiene.... Haber quien lo descubre antes ....

martes, diciembre 16, 2008

El ReKuerDo Ke sE Va

Acostado, y con tu olor aún en la almohada, no dejaba de pensar en ti, tu recuerdo se me encadenaba al alma como un cáncer que atacaba directo a mi corazón y me aplastaba el alma por momentos. Me volví a levantar, intentaba escribir, pero mis versos no enseñaban mi belleza, rompía y rompía papeles, y mi respiración se volvió a desestabilizar, lloraba como un niño con hambre, con hambre de ti, hambre que no sacié nunca, ansia de ti de entrelazar mis dedos con tu cabello, de perderme en tu mirada tan triste, en el calor de tus besos, y en el dolor de tus abrazos, necesitándote más y más, y perdiéndote, también, más y más. Llegaba la noche y volvías, me mirabas mientras te recogías el pelo y las horas dejaban de pasar, me acariciabas suavemente, tanto que hasta dolía, yo sonreía (parecías cansada) y mientras preparabas algo de cena cantabas aquella canción, que aún se me clava en mis entrañas cuando la escucho.

 

Pasaban los días y todo parecía estar bien, tú me amabas en eternas batallas de amor durante la noche, yo te recogía a lomo de caballos alados, blancos hechos de trozos de nube, y tu sonrisa apagaba el cielo en besos calientes y tibios que al filo de la madrugada me daban sentimiento de amor. Te quise antes de conocerte- te decía; Sonreías de nuevo, y con tus manos siempre frías me acariciabas como si fuera la última vez. El fuego se apagaba y mientras yo atizaba la leña tu preparabas la cena, después se caía la noche sobre nosotros, acurrucados  en el sofá jugábamos a imaginar estrellas en el techo de nuestra casa, constelaciones que sólo existían en nuestra mente, después llegaba el amor, mientras tu vientre crecía sin saberlo, la pasión me robaba el alma y la razón, en tus ojos castaños y tu mirada perdida, en tu forma de andar desamparada y sinuosa, en tu naturaleza tan conocida y extraña, en tu risa que inundaba mis oídos lentamente. Se apagó el fuego y con él las noches. 

sábado, diciembre 06, 2008

amnesia

La mayoría de personas quieren recordar, evocar imágenes antiguas en sus mentes de tiempos ya pasados, canciones ya pasadas que traen memorias felices o situaciones malas que, si bien amargas, siempre se recuerdan con dulzura. A mí, no obstante, me gusta más no recordar, prefiero la amnesia de mi mente. Mis recuerdos son como aquella mujer a la que amas fervientemente pero al final te acaba destrozando la vida o lo que es peor, termina por destrozarte el alma, y un hombre sin alma se termina convirtiendo en un vagabundo de los sentimientos. Un errante de las emociones que sobrevive en este áspero sin vivir con unas migajas de pan emocionales que completan sólo un poco su vacía vida. Recordar es tan dañino como lo es para mí el amor, aunque no siempre fue así.

 

He tenido años mejores, pero la naturaleza de las cosas tarde o temprano te termina por destruir de una manera inefable y determinante. De esa manera preferí olvidar una noche y nacer al día siguiente como una persona nueva, sin recuerdos, quemados como si fueran un pedacito de papel de fumar, y mientras el humo subía y subía los peldaños hasta el insondable cielo me fui transformando en una persona nueva y renacida.

miércoles, diciembre 03, 2008

Soneto

Protituta del tiempo y de lo impuro,
que a morir vienes a tierras perdidas,
juegas, reina y bruja, a abrirme heridas,
en la alcoba de mi cuerpo inmaduro.

Plañidera de tu llanto oscuro, 
que enlazas a mis manos malheridas,
tiernas de abrazarte una mil vidas.
nocturna y bella empapada en cianuro.

Prostituta del devenir cansado,
de hielo eres si tus labios enciendo
con ósculos de loco enajenado.

Mala niña, tu ríes y yo muriendo,
con ojos de odio y triste enamorado,
con mi querer terco, seguiré sufriendo.