domingo, diciembre 27, 2009

Di mi nombre...

Di mi nombre, tan sólo di mi nombre como en un susurro que monta a lomos de un caballo hecho de viento; di mi nombre y tal vez mis secretos dejen de ser secretos, grita mi nombre, aúlla a la luna, llámame; y quizás deje de ser tan oscuro, y quizás deje de negar todo lo que soy, y quizás me puedas querer. Di mi nombre pequeño mar…que llega la hora bruja y vuelvo a la cama, piensa… piensa en alguien y que ese alguien sea yo y resuenen mis letras en tu boca; di mi nombre, como dulce poema, como verso en boca del viejo Márquez, y tal vez, mi cristal sea menos oscuro, y tal vez, cuando pases frente a mi ventana no sea sólo por un segundo, quizás si piensas un poco en mí se convierta en un mundo, en una vida, en la eternidad a tu lado, en un pequeño mar… en una pequeña Carola… pequeña y dulce…

Di mi nombre y seré feliz, dilo y entonces yo te haré feliz a ti, por el resto de tus días, despertaré un día tras otro, beso tras beso, abrazo tras abrazo miraré tu sonrisa y me volveré a enamorar como el día que te vi pasar por la ventana, una y mil veces me enamoraré de ti… pasaré el resto de mi vida escribiendo versos de amor sin rima, cantaré canciones sin armonía y guardaré mi vieja guitarra en el desván que hay entre tu pecho y tu ombligo, porque no habrán más placeres, no habrá nada más que no seas tú, no existe mujer más hermosa, recogeré los trastos que hay tirados por mi corazón enfermo, limpiaré todo para dejarte sitio dentro de él, enredaré mis dedos en tu pelo y te susurraré al oído que eres puro amor, que en el cielo de mi mundo interior tu eres la luna, si dijeras, ay!… si lo hicieras… pequeña mar…

2 comentarios:

Ema dijo...

Qué lindo!! muy hermoso

Daniel Díaz dijo...

Muchas gracias, pero en mi opinión éste es de los malos, hija mía, hay más bonitos por ahí perdidos en el blog... pronto escribiré algo nuevo