miércoles, diciembre 03, 2008

Soneto

Protituta del tiempo y de lo impuro,
que a morir vienes a tierras perdidas,
juegas, reina y bruja, a abrirme heridas,
en la alcoba de mi cuerpo inmaduro.

Plañidera de tu llanto oscuro, 
que enlazas a mis manos malheridas,
tiernas de abrazarte una mil vidas.
nocturna y bella empapada en cianuro.

Prostituta del devenir cansado,
de hielo eres si tus labios enciendo
con ósculos de loco enajenado.

Mala niña, tu ríes y yo muriendo,
con ojos de odio y triste enamorado,
con mi querer terco, seguiré sufriendo.

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