lunes, enero 19, 2009

el aniversario

Se acerca el día, se acerca el momento, llega el día número 365, ya queda menos de un mes y se acerca mi aniversario, viene el día en que empecé a quemar mis recuerdos, viene el día en que renací, y un resquemor me aliena la mente con dolor, me requema mis puntos nerviosos y el más doloroso de los recuerdos, el momento inolvidable, indeleble e ignifugo, ya hace un año. Casi no me acuerdo, casi no lo recuerdo, pero en estos días tan cercanos, en mi noche buena particular, se acerca como una flecha volando rápida y girando, girando y girando sobre sí misma, impactando con una brutalidad tan fuerte que se me agarrotan los músculos y me oprimen con una fuerza inusitada. La veo llegar, viene hacia mí, tan rubia como un reflejo, con su pelo lacio y largo, con su mechón sobre la mejilla y unos labios tan calientes que derretirían al mismísimo Lucifer, me abraza con fuerza con sus manos blancas y finas, me sonríe y yo me desespero, me roza con crueldad, da la vuelta y apoya la espalda contra mi pecho abrazándose con mis brazos y refugiándose en ellos, sintiendo su ternura en mi regazo, cierro los ojos y noto su boca en mis manos, viejas, ajadas y tristes, y ella grácil, suave, diáfana y pálida. Siento el beso del frío, y me deshago como un niño colegial, rozo su abdomen con su piel plana y tersa, su ombligo, la sensación extraña de su tatuaje en su cintura, y vuelvo a la enfermedad del amor, a la tristeza de mi enfermiza obsesión. Está de más decir que hacemos el amor, con fuerza, con, fiereza, sin cariños, sin preámbulos, sin amor, y me vuelvo a desesperar. Y ahí queda el recuerdo, ahí se queda esta primera parte, que precede al aniversario, por que el día siguiente, todo pasará, despertaré, y volveré a ser el mismo, volveré a amar a mujeres desconocidas en el calor de la noche, y seguiré intentando quemar este recuerdo maldito, aunque sé que no lo lograré jamás…

Segunda parte aqui

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