viernes, septiembre 10, 2010

Hoy (10 de septiembre de 1981)

Hoy será el día en que todo tendrá sentido, hoy será ese día en que todo cobrará sentido, las canciones de Ismael tendrán de nuevo su valor, el sol brillará en lo alto y el calor me aturdirá el cuerpo. Hoy mi cama se hará de nuevo pequeña porque aunque duerma sólo nunca más lo estaré, aunque la tristeza me vuelva a embriagar siempre habrá luz intensa iluminándome. Hoy será el día en el que seré lo que yo quiera ser y aunque al dar las doce tú volverás a ser cenicienta y el cuento acabe seguiré siendo el hombre que quiero ser, quizás un corsario temible que te rescate de un barco pirata, un príncipe a lomos de un caballo alado que mate dragones y escale castillos o quizás un pobre ser humano que ha encontrado la libertad en brazos de una fiebre pueril. Hoy seré, hoy haré, hoy viviré todo lo que quiera, mis palabras no será esclavas sino de ti, mis manos no serán sino el hueco donde descanse tu pelo y mi cuerpo no será otra cosa que el hogar donde descansarás. Hoy recitaré versos de amor:

Mi voz resuena. Resuena
en lo alto y sube
enredada en tu vestido,
letra tras letra se esconde
bajo la luna de Lorca,
mágico compás,
busca el orden sin diapasón,
el amor, todo, está en él,
palabra, letra, silaba:
gira, corazón;
gira, corazón.

Hoy tendré una de arena y sentiré la piel mientras me deshago en el más puro de los deseos, tendré una de cal y se me negarán besos, abrazos pero mi sonrisa no desfallecerá, porque me ilumina cómo una luna intensa y grande. Vestiré con tu cabello mis sábanas, con tus manos mi piel y de deseo mi mirada juntando pasiones en mi cabeza y aderezando la vida como tintes de alegría; brillará el sol, Dios! Si brillará en todo lo alto, hervirá otra vez mi corazón y pintaré tu ausencia de recuerdo nimio y candoroso, pasaré de verano a primavera porque tu calor no me abandonará jamás y reiré mientras me quedé aliento en los pulmones.

Hoy la palabra pena dejará de existir, la oscuridad se perderá en la otra punta del mundo y tú te volverás a hacer tan grande como ilusiones albergo en yo en mi pecho, hoy todo será posible y al dar las doce acabará un cuento de hadas, pero quedará en mí la esperanza, nacida de ti, de tu piel, tu sonrisa, tus enojos, tus caricias… mañana quizás venga dolor, pena o tristeza, lo que el futuro depare… mañana, pase lo que pase, quedará en mí la esperanza que sin darte cuenta y sin querer dejaste un día en lo más profundo de mi alma.

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