Carta a un amor perdido

Querida perdida:

Sólo escribo estas letras para que entiendas que te añoro, para que sepas lo cuesta arriba que se me está haciendo vivir sin ti. Últimamente parece que todo es una escalera, y no hago otra cosa que subir peldaños pensando que tu estarás allí arriba, en el tejado de mi soledad mirando el cielo como lo mirabas antes, pero ya casi no me llega el aire y he decidido parar en medio de la nada porque ya no tengo ganas de seguir subiendo. El dolor de tu marcha se me clava como un puñal en el corazón que lentamente se hunde un poquito más y más hasta que alcance mi motor, y lo peor es que la herida está cicatrizando poco a poco en los bordes del cuchillo y ya forma parte de mí, por que me has hecho un corazón tan duro que nada lo podría romper.

Aún te hecho tanto de menos, que a veces te veo en un reflejo cepillándote el pelo, o riendo, era tan diferente cuando estabas tú, los días salían todos a mi ritmo, ahora la vida me pasa tan rápido que casi no la disfruto, y tengo miedo a que pases un día por mi lado tan deprisa que no pueda verte. Por las noches me pregunto ¿Dónde estarás? ¿por qué no vienes a por mí? y me doy cuenta entre sudores de que no estás. 

Mi almohada ya ha perdido tu olor, y tu cara se me hace muy borrosa pero mi latido ya está sincronizado y sé que dónde estés estás bien, aunque yo no, pero no te preocupes por que con cerrar los ojos ya te veo y si los cierro muy fuerte hasta siento tu aliento en mi nuca calentándome el alma. Pero aún así, ya no seguiré subiendo escalones, me voy a plantar, otear el horizonte y dejar de esperar, creo que lo entenderas.

P.D.  Aunque siempre tendrás un lado en mi corazón.