miércoles, octubre 01, 2008

La Noche ke nunka Okurrio (parte I)

No me esperaba esta noche, no creía en noches como estas, nunca he creído en amores nocturnos y furtivos bajo un telo de estrellas parpadeantes y hermosas, luminiscentes y seductoras; por eso, porque no creo en estas noches, esta noche no ocurrió. Tanto he pensado en que haría, como actuaría, de que forma reaccionaría si te tuviera delante de mí, con tu vestido rojo hasta las rodillas, con la luz adecuada reverberando sinuosamente en tu escote, con tu pelo bruno deslizándose por mitades, una sobre tu rostro empalidecido y la otra cayendo suavemente sobre uno de tus hombros desnudos y descubiertos; con tu mirada de un azabache devastador, penetrante, inmensa y llena de esperanzas e ilusiones, y tu boca fría y etérea como una nube en la oscuridad.

 


Prodigué muchas noches pensando cual sería el resultado de una noche a tu lado, un paseo por la playa del desencanto, quizás agarrados de la mano, pisando la arena húmeda del invierno, viendo la vida oscurecer en un crepúsculo casi tan hermoso como tú, y cuando el cielo estuviera rosado, te miraría fijamente, oteando cada resquicio de tus facciones y perdiéndome en tu fina mirada, apretándote la cara con mis manos, inhalando un segundo de aire hasta rozarte el labio con mi pulgar con cariño, entonces, sincronizar nuestros latidos hasta que se hicieran el mismo en un ósculo decente, sentimental y romántico, sin soltar mis manos de tu cara, cerrando los ojos y dejándome llevar hasta mundos que nadie, sólo nosotros, podemos conocer.

 

TO BE CONTINUED…

No hay comentarios: