Corren tiempos de crisis, cuando las inmobiliarias americanas acaban de derrumbar las bolsas de medio mundo, y los telediarios nos invaden con términos técnicos que ninguno entendemos. Cuando los grandes gobiernos europeos no paran de inyectar entre comillas a los bancos de toda Europa y lo único que nosotros sabemos es que cada día las hipotecas suben y suben como si el cielo no tuviera fin, que trabajadores a montones se quedan sin trabajo (cuatro mil de Renault, otros tantos de seat), que montones de parados se agolpan en las oficinas del ahora llamado sec o sed, no lo sé bien; y que se han bajado los sueldos y hay familias que se lían la manta a la cabeza con tal de no perder lo poco que tienen auque perezcan en el intento; y más, cuando en nuestra casa, el barbas le dice al cejas que no hace nada y el cejas le dice al barbas que no ayuda al gobierno; y yo me pregunto ¿qué coño pasa con el amor en los tiempos del cólera?, o debería decir “el amor en los tiempos de crisis”. Difícil pensar en esa cosa tan rara y oscura como es el amor cuando a tus hijos les falta el pan, y parafraseando al canalla de Eltón deberíamos “preguntar a Rita la cantaora y al maestro armero” y a su puñetera madre (eso lo digo yo). Pero en fin, volviendo al tema que nos atañe, que pasa con el amor, con esa palabra tan murciana:
sábado, octubre 18, 2008
Crisis, parados,la bolsa y un tango a media luz
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