lunes, marzo 02, 2009

Para Bel B.

Continuo hablando de las palabras porque hecho de menos tus palabras, pequeña Bel B, hecho de menos ese numerito entre paréntesis en mi Messenger que me avisa y me llama de que ya has llegado, abro la página, y la boca se reseca junto con mi ansia. Mientras leo, mejor dicho, devoro lo que has escrito, tú te haces presente en mi habitación, todo lo demás se marcha. Palabra a palabra te haces corpórea y etérea al mismo tiempo, silaba a silaba estás en mí, cada tono de mi voz se convierte en ti y, entonces, te siento cerca. La luz se apaga y quedamos a oscuras, todo muy casto, todo muy pulcro, todo es limpio y puritano, siento tu piel, sí, tu piel pequeña Bel B, y mi mundo se desarma como se desarman los árboles en otoño. Vuelvo a releer y escarbo entre tus cabellos buscando un valle donde poder perderme por una eternidad y el mensaje se vuelve a acabar, giras y giras y vuelves a girar, sonriendo, mientras el sonido de tu risa me va apuñalando el corazón como un deseo que nunca llega a cumplirse. Entonces escribo, contesto tu mensaje, con tu imagen aún en la retina, con el mundo en penumbra y con mi deseo en la lengua de mi imaginación, pronto la luz se enciende, rápido todo vuelve a la normalidad y espero con ansia un nuevo mensaje, nuevas palabras que son como caricias para mi alma vagabunda y besos para mi mente bohemia, y lo que parece irreal se convierte en real, y el planeta cambia de color, y la vida se torna más alegre mientras los correos llegan, y yo puedo ser yo con la seguridad que da el no verte nunca.

Gracias pequeña Bel B y gracias a tus palabras.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias.Y sabes que los sentimientos son mutuos, y pobre de tí si lo quitas...

Daniel Díaz dijo...

no te preocupes