Continuo hablando de las palabras porque hecho de menos tus palabras, pequeña Bel B, hecho de menos ese numerito entre paréntesis en mi Messenger que me avisa y me llama de que ya has llegado, abro la página, y la boca se reseca junto con mi ansia. Mientras leo, mejor dicho, devoro lo que has escrito, tú te haces presente en mi habitación, todo lo demás se marcha. Palabra a palabra te haces corpórea y etérea al mismo tiempo, silaba a silaba estás en mí, cada tono de mi voz se convierte en ti y, entonces, te siento cerca. La luz se apaga y quedamos a oscuras, todo muy casto, todo muy pulcro, todo es limpio y puritano, siento tu piel, sí, tu piel pequeña Bel B, y mi mundo se desarma como se desarman los árboles en otoño. Vuelvo a releer y escarbo entre tus cabellos buscando un valle donde poder perderme por una eternidad y el mensaje se vuelve a acabar, giras y giras y vuelves a girar, sonriendo, mientras el sonido de tu risa me va apuñalando el corazón como un deseo que nunca llega a cumplirse. Entonces escribo, contesto tu mensaje, con tu imagen aún en la retina, con el mundo en penumbra y con mi deseo en la lengua de mi imaginación, pronto la luz se enciende, rápido todo vuelve a la normalidad y espero con ansia un nuevo mensaje, nuevas palabras que son como caricias para mi alma vagabunda y besos para mi mente bohemia, y lo que parece irreal se convierte en real, y el planeta cambia de color, y la vida se torna más alegre mientras los correos llegan, y yo puedo ser yo con la seguridad que da el no verte nunca.
Gracias pequeña Bel B y gracias a tus palabras.
2 comentarios:
Muchas gracias.Y sabes que los sentimientos son mutuos, y pobre de tí si lo quitas...
no te preocupes
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