lunes, marzo 02, 2009

Un poco más de Mí

Después de unos días sin escribir me vuelve la inspiración como un golpe de mar, que se aleja y vuelve a la orilla con espuma salada y mojada en arena. Aún no sé reaccionar a los días de bloqueo, cuando no puedo escribir es como si me trasladaran a una isla desierta como un naufrago perdido, sin nadie con quien hablar, sin nadie a quien mirar, sin nadie a quien escuchar; en cambio, cuando escribo se abre un mundo de eternas e infinitas posibilidades ante mis ojos; cuando escribo puedo ser un pescado de la nieve en lo alto del mundo, puedo ser un animal que vive libre en alguna selva lejana o, simplemente, puedo ser quien soy: un triste hombre que algunas veces y, casi siempre, sin motivo se siente feliz tan sólo mirando tras el cristal. Intento describir que es lo que siento, porque e hecho de mi vida un sentimiento y de mis recuerdos una forma de vida y del amor un sueño encarnado en ideas y momentos que he vivido o que desearía vivir.

A pesar de que me costó mucho alejarme de mi pasado y que su sombra oscura me sigue persiguiendo, vigilando mi futuro, esperando el momento oportuno para aparecer y surgir de la nada, rodeándome con sus manos negras y lúgubres y volver a arrastrarme a ese mundo de desidia y desesperación, odio y maldad que tanto me costó dejar, ahora me siento seguro, me siento bien, pero llegan los días de bloqueo, llegan los días en que las palabras desaparecen y mi mundo se va desvaneciendo poco a poco, llegan los días de pesadillas y jaquecas, y aunque los recuerdos no pueden hacerme nada porque los malos ya ardieron hace tiempo, me siento desnudo y desprotegido sin mis palabras, ellas que tanto han hecho por mí. Cuando vuelven es como un éxtasis, un desenfreno dentro del onanismo pasional de mis sentimientos. Soy demasiado mayor para supeditar mi bienestar emocional a las palabras, a pintar imágenes con letras y silabas, pero es como mi droga particular, es mi escudo, mi debilidad, simplemente, son mis palabras.

Ahora sabéis algo más sobre mí, ahora podéis ver el mundo con mis ojos, cerrad los vuestros e intentar describir todo lo que veis, no usad los ojos porque la vista suele mentir, suele hacer creer lo que uno quiere creer, usad las palabras, usad un lápiz y un papel y veréis como es el mundo en realidad, veréis que todo es un cúmulo de tonos grises y apagados a los que las personas les vamos poniendo color a nuestra forma y manera. Usad las letras, veréis que todo es distinto, luego leedlo y hallaréis la dulzura y la belleza, describid una mesa y dejará de serlo, será otra cosa vista con la mayor de las hermosuras, id lejos, a una montaña y divisad el paisaje una vez, cerrad los ojos y escribid, al volver a verlo comparar el resultado y os daréis cuenta de cómo veo yo el mundo, sino, siempre podéis seguir leyendo mi blog.

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