sábado, marzo 28, 2009

Sueños.


Trabajar de noche tiene estas cosas, que duermes de día, fácilmente pueden ser las seis de la tarde y seguir durmiendo, yo acabo de despertar. Despierto con una sensación que hacía tiempo que no sentía, bienestar en todo mi cuerpo, con una sonrisa tan dulce como agradable y empapado en sudor. Por un segundo todo se había hecho tan real que casi lo podía sentir, justo en el momento que uno abre los ojos y recuerda el sueño, que a veces se confunde con la realidad, estabas ahí, en mi cama abrazada a mí como hiciste tantas veces hace tiempo, podía oler tu pelo de una manera tan realista que aún tengo tu aroma en mi nariz, acariciar tu piel en la zona baja de la espalda donde tienes el tatuaje, porque ahí la sensación de tu piel es diferente, es única. Sentir como se eriza todo mi cuerpo al surcar una pequeña parte de tu cuerpo, como todos mis puntos nerviosos se descontrolan y me elevan a un nirvana desconocido y extraño pero cariñoso. No sé si estaba dormido o despierto, quizás ni lo uno ni lo otro, puede ser que perdido en la zona que vagas entre lo onírico y lo real, done aún puedes ver el sueño con claridad a sabiendas de que un minuto más tarde no recordarás nada o casi nada, lo cierto es que a la hora de describir esto me dejo muchas cosas atrás que no recuerdo del sueño. Es posible que ahora ande algo confundido por el sueño, pero lo que puedo decir es que este sueño me ha trasportado a tiempos pasados en que me sentía especial, en que era alguien, muy diferente a como soy ahora sí, pero alguien que era muy feliz pese a todo. Ahí estabas tú, con lencería negra tendida en mi cama y sonriente, sudorosa, habíamos hecho el amor como lo habíamos hecho tantas veces y yo te pedía que me cantaras al oído como lo hice aquella vez en aquel pequeño trastero en las alturas del cielo; en esa época con quererse bastaba, ahora todo es diferente, ahora no basta el amor, ahora se necesitan muchas más cosas que yo carezco. Al rato, nos quedábamos en silencio, bajo la penumbra de la tarde y yo te decía que todo había sido por ti, que el cambio fue por ti, que quien soy ahora fue por ti y tú renegabas, yo te decía que callases, calla peque, cállate, porque todo fue por ti pero tu amor por mí duró dos meses y todo cambió, entonces todo fue por mí, cambié por mí, ahora soy mejor persona, aunque siempre algo de eso fue por ti. Quizás si te hubieras molestado en conocerme, quizás si le hubieras dado una oportunidad a mi pobre corazón, quizás estarías orgullosa de quién soy y en quien me he convertido. Después de decirte esto me besas, con tanto amor que casi me haces daño, medio llorando me dices lo mucho que me quieres y por fin despierto. Vuelvo a lo real y aunque sé que el sueño continúa no consigo recordar nada.

Después vuelvo a la realidad, me despejo y en el espejo me pregunto qué ha pasado, por qué ese sueño y por qué ahora, quizás porque eche de menos el sentirme tan especial como era en antaño, o quizás por qué recordar un viejo un amor siempre es gratificante, o quizás, simplemente porque sí. Pasados unos minutos vuelvo a la cama y me quedo unos minutos recordando viejos momentos que me llenaron de juventud y gloria, recordé el tatuaje, recordé el olor de su pelo, su risa atípica pero contagiosa, su manera de estornudar, sus pies tan pequeños, sus ojos de gata y lo que le gustaba que le rascaran la espalda, su forma de mirarse en el espejo y lo preciosa que estaba cada vez que se enfadaba, pero después volví a la realidad, a que no esperó, a que me recordó durante dos meses, a que me cambió como quien cambia una camisa vieja, quizás no me quiso nunca, quizás simplemente fui un pañuelo cura fracasos que duró mucho tiempo, quizás hay personas que se olvidan del amor como quien se olvida las llaves, no lo sé. Yo lo que sé, es que una parte de mí se fue con ella aquel día de aquel piso y que sólo vuelvo a tenerla cuando me visita en estos sueños.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo dicho el otro dia, no duele el sueño, que por lo que leo te trajo buenos recuerdos, duele despertar y darte cuenta que eso que anhelas no está, y a veces es mejor no mirar hacia atrás porque puedes recordar que hubo alguién que muy a pesar tuyo no te supo amar,y duele.
Y con la canción dudo mucho que estés sólo.

Daniel Díaz dijo...

Tú no sabes si estoy o no estoy sólo

Anónimo dijo...

No, la verdad es que no lo sé.
Y estás o no estás sólo?

Daniel Díaz dijo...

No importa como esté, sino como me siento, si lees bien mi blog sabrás más de lo que yo te pueda contar

Anónimo dijo...

Ya lo he leido, y a mi forma de verlo sólo son sentimientos escritos hacia recuerdos en los que muy a pesar tuyo creo que vives anclado.

Daniel Díaz dijo...

Entonces no has leído nada o has leído y no has entendido nada, cuídate por hoy que me toca ir a dormir, un beso

Anónimo dijo...

Sólo tú sabes lo que has vivido y yo sólo doy mi opinión tal vez equivocada por lo que leo y tal vez tengas razón y no lo entienda porque sólo tu sabes lo que escribes y lo que significa para ti.
Puede que muchos problemas los hayas superados, que los recuerdos no sean tan amargos, siempre escribes que has cambiado, que eres diferente, pero tanto tus sueños como tus pensamientos siempre viajan al pasado, siempre recuerdas, siempre anhelas cuando a pesar de estar mal eras feliz, si no eres aquella persona porque vives añorando(es mi sensación) algo que ya tienes superado, crea nuevas expectativas, y tal vez dejes de sentirte tan sólo.
Sólo es mi opinión.